Ciudad de México, 18 de octubre (SinEmbargo).– Para quienes creen que ya no queda sitio sin explorar en el mundo, están equivocados, pues 60 nuevas especies de animales y plantas acaban de ser descubiertas en lo profundo de las selvas de Surinam, en América del Sur, en una de las áreas más remotas del orbe sin influencia humana.
Ahí, como si se tratara de una expedición llevada a cabo hace varios siglos, alrededor de una veintena de biólogos de Conservation International (CI) viajaron desde los llanos hasta las montañas de las que nace el agua del río Palumeu, con la ayuda de 30 indígenas de distintos poblados de las zonas por las que iban pasando. De esta manera, los investigadores estuvieron tres semanas de 2012 tomando muestras y catalogando la vida que se iban encontrando y los resultados acaban de ser publicados esta semana en un comunicado de la organización ambientalista Conservación Internacional.
Estos resultados no resultan extraños si se toma en cuenta que Surinam es el país del mundo con más selva del planeta. Con una extensión apenas menor que la de Uruguay, el 95% de su territorio está cubierto de bosques amazónicos y sus apenas medio millón de habitantes ocupan el 5% restante. Esto conierte a esta nación sudamericana en uno de los lugares menos alterados por la acción del hombre, y los científicos trabajan apresuradamente antes de que la agricultura y la ganadería y la llegada de las empresas mineras acaben con este edén contemporáneo.
El catálogo de los investigadores está compuesto por mil 378 especies de plantas, insectos, anfibios, peces aves y mamíferos. De las cuales, 60 son nuevas para la ciencia. Estas son: seis ranas, una especie de serpiente, una decena de peces desconocidos hasta ahora y muchos insectos que, al menos todo aquel que no sea nativo de la zona, nunca había visto antes.
De este amplio catálogo encontrado durante la expedición, uno de los hallazgos más llamativos fue el del diminuto “escarabajo liliputiense” que mide tan sólo 2.3 milímetros, el cual está provisto de una antena que le permite captar olores a grandes distancias y es, probablemente, el segundo más pequeño de Sudamérica.
Los responsables del estudio insisten en que los hallazgos son una muestra de que la conservación de la naturaleza en Surinam es un tema al que se le debe prestar especial atención, sobre todo si se considera que este es un territorio de importancia clave por los ecosistemas naturales que alberga.
por su parte, el director ejecutivo de Conservación Internacional, John Goedschalk, dijo que la riqueza de la vegetación y animal de los bosques de Surinam son una muestra de la importancia de mantener un desarrollo sostenible. Además, agregó que un territorio como Surinam puede ser un proveedor de agua en un mundo con sequías y graves carencias en el suministro de ese bien de primera necesidad.
Se hizo énfasis en lo anterior, dado que Surinam es un territorio que contiene el 25% de toda la superficie mundial de bosque pluvial y, de acuerdo con datos de Conservación Internacional 95% de su terreno está compuesto por selva. Debido a esto, la organización trabaja desde hace más de veinte años con el Gobierno local para proteger su más importante activo.
Sin embargo, en el cauce alto del Río Palumeu, en donde se llevó a cabo el hallazgo, también se verificó la buena calidad del agua, aunque con cierta presencia de mercurio que los científicos achacan a actividad minera efectuada por los países vecinos.